
Mi
historia motera


Nací en
Madrid
y cuando finalicé mi carrera de Empresariales me vine a vivir en
Tenerife porque me encanta el sol, los deportes, la playa y
poder montar en moto casi todo el año, y la vida en una gran
capital como Madrid es muy dura para mí: un montón de tráfico,
stress, sin tiempo libre para nada...
Cuando tenía 14 años me compré la primera...errr... moto: una
49 cc Puch Condor…
bueno, me la compró mi abuelito, que odiaba las motos, pero como
me puse tan pesado...
La verdad es que entonces sólo quería moto porque los que la
tenían eran los que más ligaban en el colegio. Y comprobé que
era cierto, ;-), pero cogí el virus
de la moto, y hasta hoy.
No tengo fotos porque la vendí enseguida y me compré una
Vespa 200
de 2ª mano, con la que hice mis buenos viajes, y , con
18
la vendí y me compré una
Laverda 500 que sudaba aceite y que empezó a mostrarme la "personalidad"
de las motos italianas: en mi 1er viaje me dejó tirado con el
cable del embrague roto.
Negándome
a aprender nada, 6 meses después
la vendí y me compré una Laverda
1000 Jota.
Sobre
todo en GB, todos se quedan maravillados de que haya tenido esa
moto mítica y me miran con envidia. Pues, a riesgo de parecer
sacrílego, ¡¡¡VAYA MIERDA DE
MOTO!!!!
"Gracias"
a ella me introduje en la filosofía de la maravillosa ingeniería
italiana y su "carácter" (los Ducatistas hablan un montón de
él, sobre todo para justificar el porqué está su moto siempre en
el taller). Básicamente consiste en que se rompe todo lo que pue das
imaginar: cuando conseguía arrancar el viejo monstruo por la
mañana después de empujar sus más de 300 kg. (el regulador
cargaba poco por ciudad y la batería nunca tenía fuerza),
el resto del día estaba tirando aceite (siempre por un sitio
distinto, claro),
fundiendo bombillas, rompiendo cables de
embrague o tirándose sóla al suelo.
Así que acabé yendo en Metro
a todas partes
y trabajando en un montón de cosas para tener dinero para
arreglar las averías sin fin.
Estaré
toda mi vida "agradecido" a Laverda: cuando mi Jota decidió
autodestruirse (2 válvulas rotas, pistón perforado, biela
doblada y un
montón de
delicatessen más)
tuve que aprender mecánica porque no tenía dinero para pagar la
reparación
.
Gracias a la ayuda de mi padre, (que tenía un taller de coches
en Madrid) y a sus enseñanzas, en 6 meses de fines de semana
estaba otra vez sobre ella, y con un montón de conocimientos de
mecánica encima. Después de arreglar "aquello" no le tengo miedo
a desarmar nada.
Y cuando
después de unos meses se suicidó otra vez (cuando
una biela quiso tomar el aire y perforó el carter para clavarse
en el depósito) me di cuenta de
que si la pobre quería descansar en paz, ¿quién era yo para
contradecirla?, así que la tiré a la basura
(no la pegué fuego porque no fumo y no llevaba encendedor, que
si no...) y decidí que nunca más "carácter" italiano (mi padre
también cuenta tropecientas historias de ese "caracter" en coches
italianos).
Y me compré una
Katana 1100
de 2ª mano.
¡Qué diferencia!: arrancaba cada mañana y no tenía problemas.
Además era preciosa y la gente se quedaba mirándola (bueno, más
que nada la gente del género femenino y joven, que era la que me
interesaba, jejejeje)
.
Pero no todo era perfecto: un motor de reactor de 115 cv es
aterrador conducirlo cuando está en un chasis de alambre con
suspensiones
de plastilina y ruedas de bici.
Así que
cuando probé en GB una FJ 1100 de la última serie con
los colores de Randy Mamola cuando corría con Yamaha, me enamoré
y la compré: potencia a raudales, pero dulce y dosificable,
comodísima, buenas suspensiones y manejabilidad.

Me acuerdo que
pensé que era como un sofá
ultrarrápido. Íbas (y vas ahora si te dejan los rádares,
claro) a 200 km/h sin esfuerzo aparente y te daban ganas de ir a
desayunar a Valencia en vez de al bar de la esquina, sólo porque
está más lejos. La tuve hasta 1.993, haciéndole 165.000 km,
incluso aunque tuve una RD 350 para meterme en el Jarama y luego
una
FZR 600
de
1991
a
1993
Después
de
165.000
km
y 5
años de fantásticos viajes y experiencias, y montones de
modificaciones (compara la foto de cuando estaba original con el
pepino en que quedó transformado) la vendí en
1.993
para
comprarme nueva una FJ 1200 del 90 que el concesionario de
Tenerife tenía en oferta para librarse de stocks.
La tuve
2 años
y poco y le hice unos 40.000 Km. y la vendí junto a la FZR 600 porque
ya se pusieron imposible los seguros. Era genial tener 2
motos y coger la que te apeteciera según tu estado de ánimo,
pero eso se acabó porque salía carísimo. Así que me compré una FZR
1000 con 3.000 km de 2ª mano
Por
supuesto la
FZR
600
estaba también
modificada: latiguillos
Goodridge, escape
Micron
(¡qué buen escape!),
avance de encendido,
Dynojet,
muelles de horquilla y
amortiguador
White
Power,
filtro
KN
(obligatorio),
embrague
Barnett ...
total, 92 cv a la rueda, ¡no está mal!
En
la FZR 1000 fue donde conseguí unos resultados excepcionales con
muy pocas modificaciones: con KN, Dynojet &
escape F1 dio
126,49 cv a la rueda a 10.592 rpm!!!!
Impresionante !! . Ten en
cuenta que hablamos de potencia REAL a la rueda trasera, no a la
salida del motor (como mide Motociclismo, p.ej.) o al cambio. Una R1
da entre 118 y 122 cv a la rueda.

Y todavía
más asombroso que la cifra de potencia máxima en la FZR desde
los 117 cv originales fue el par máximo de
10,58 kg/m a
5.400 rpm, (más
que una FJR 1300 y a menos rpm), manteniendo más de 9kg/m
de par hasta las
10.000
rpm... así que,
con este motor superpotente surgió el gran problema, los frenos,
que me volvieron loco con mil cambios y pruebas hasta que vendí
la moto, aburrido.
La solución está clara ahora para mí: esas
maravillosas pinzas azules de Yamaha.
De hecho, probando
pastillas, discos y bombas de frenos tuve mi 1ª caída en
carretera: en una curva de 90º
perdí la rueda delantera y la moto acabó en la cuneta un poco
rota, no mucho, y a mí no me pasó nada porque siempre llevo
"armadura" completa. Observa que en las fotos tiene 2 colores
diferentes, el original (negra) y el de después, los colores de
Haga en Superbikes.
Pensando
en qué moto comprarme (RSV Mille, CBR 900 o ZXR 900), probé una
Fazer 600 y ví la luz. Inmediatamente
vendí la FZR y me la compré en colores
in 2000.
¡Qué moto!.
Aquí en Tenerife las carreteras son un paraíso en
cuanto a curvas: todas de 2ª y 3ª, cambiando de inclinación
constantemente, sin prácticamente rectas y con garrotes de 90º e
incluso de 180º y 270º con radio que se va cerrandoooooo!!!!!
AAAARRRRGGGG!!!! Por ejemplo, en 20 km subes desde el nivel del mar a más de
2.000 m de altura. así que algo manejable, con manillar alto y
poca potencia que no te meta en problemas al acelerar es la
herramienta perfecta para humillar al de la YZFCBRZXRRR que te
mira con cara de superioridad y que luego cuando le estás
esperando, se quita el casco y se le ha puesto cara de tonto.
Además
combina la postura cómoda casi como de una FJ con la
deportividad de una R6. Es lo mejor de ambos mundos y así ha
sido una moto vendida en Europa a miles: lógica, económica,
potente, divertida... todo es poco, heredera de una saga que
combina todo ésto y que creo que sólo Yamaha ha sabido hacer,
con modelos como la XJ 600 y FJ 1100/1200 (que ganaban carreras
y además son comodísimas), Diversion 600 y 900, y hoy día, Fazer
600 y 1000.
¡Qué pena que la haya jorobado montando malísimas suspensiones
en los modelos a partir de 2003!.
Las
únicas modificaciones que le hice fueron latiguillos de kevlar,
escape Micron, filtro KN y aceite SAE 15w en la horquilla... y
buenas ruedas, porque al ritmo salvaje en que llevaba la moto me
duraban un suspiro: máximo 5.000 Km. (y éstos fueron los Pilot
Road, más duros).
Le hice 44.000 Km. en 2 años.
Pero
llevar una moto así te lleva al desastre, por tí o por otros:
las carreteras aquí son un sueño... pero también una pesadilla:
las carreteras son muy estrechas (casi no caben 2 coches cuando
se cruzan), con precipicios a los lados impresionantes, y sin
arcén, y muchas veces con mucha gravilla y con baches
terroríficos (por dar un nombre a verdaderos pozos). El 2
de Febrero de 2.002 tuve un accidente donde sólo me salvó que tuve la
sangre fría de tirarme de la moto. Caí mal y al golpearme contra
el suelo me rompí 7 costillas, la escápula por 3 sitios y me
disloqué el hombro izquierdo. No me pasó más porque mi mono y mi
casco SHOEI son una maravilla.

¡Ah!, llevad siempre rozaderas en
las rodillas: aunque parece un poco fantasmón te salva las
rodillas de fracturas o que directamente te desaparezcan los
huesos al limarse con el asfalto. Y no es exageración: tendríais
que ver cómo acabaron al arrastrar: no las llevo y el asfalto se
me come la rodilla (y el traumatólogo me confirmó este punto).
Mi Fazer se desintegró directamente. Y comprobé la garantía de Goodridge
para sus latiguillos de Kevlar: los garantizan de por vida. Al
estrellarse contra el muro y arrancarse el tren delantero y
espachurrarse el chasis la llanta (bueno, lo que quedó) quedó
sujeta por los latiguillos. Me imagino dentro de 1 millón de
años, cuando nuestra civilización haya desaparecido, unos
arqueólogos de otra raza discutirán acaloradamente acerca de unos
tubitos metálicos que se encuentran en
excavaciones.
Así que después de mi recuperación, y con ganas de tomarme las
cosas más tranquilas (¡duele mucho, os lo digo yo!), y sin ganas
de hacer carreras en vías públicas, decidí volver a mis orígenes
y me compré una barata, cómoda, confortable y de fácil
mantenimiento y accesibilidad mecánica: otra FJ.
Encontré una de 1.989 con un par de maletas Krauser y muy bien
cuidada (saludos a Alberto, el vendedor, si lee ésto. ¡Vaya
aparatazo!) 
En
una comparativa en Mayo
de
2002,
la revista Motociclismo
se metió en el Jarama con una
Yamaha FJ 1100
de 16 años y con una
Yamaha FJR 1300
nuevecita.
¿Cómo puedes comparar una moto de 16 años con una nueva?. Piensa
que , aunque en buen estado, todas sus partes (rodamientos,
bieletas, hidráulicos...) tienen 16 años, así que incluso
cambiando la suspensión y los frenos ( y la 1100 tenía aún los
originales) por fuerza la FJ 1100 era el "patito feo", y más
para el Motociclismo, cuya filosofía parece ser "...lo nuevo es
mejor. Tira tu moto del año pasado de 12.000 € a la basura
porque resulta que era tal y cual y cómprate la de este año" (A
todo ésto, ¿por qué no dijeron eso de la moto al probarla el año
pasado?)...
Y ¡SORPRESA! , el viejo dinosaurio,
valorado en unos de
1.500 €
era más ligera y más rápida en TODAS las curvas del
Jarama que la FJR 1.300 de tecnología espacial y más de
14.000 €.
Por algo la FJ ganaba carreras frente a la GSXR 750 y 1100.
En el
2008 me compré otra FJ modelo 3XW para dejarla en la península y
viajar con ella. La vendí en 2010 porque aunque más cómoda que
mi otra FJ en el fondo era la misma moto, menos dura para
viajar, pero más o menos igual.
En junio
de 2010 me compré una Honda CBX 750 F2 BolDor, que creo que es
la única que existe en España. Básicamente es una CBX 750 F con
carenado integral, que se vendió en Europa entre 1986 y 1988. Se
puede decir que fue el último tetracilíndrico deportivo
refrigerado por aire de Honda antes de las series CBR,
desarrollado por Honda para solucionar la imagen de mala
fiabilidad a resultas de los desastres mecánicos de sus motores
en V de 1983 a 1986 (VF500, 750, 1000 y 1000R)
El dueño
es una persona muy cuidadosa y la moto estaba en un estado
excelente de pintura, chapa y equipo dinámico. Me fui a La
Coruña a buscarla y me hice 5.000 km. por la Península antes de
traérmela a Tenerife. Aquí la he sometido a un pulido general y
a una restauración completa de motor.
En mayo
de 2.015 me he comprado una Yamaha FZ 750 de 1.991. Con 23.000
kms., la hice una revisión general, cambio de geometrías y de
frenos y me pegué 7.000 kms. con ella en mes y medio. Si quieres
ver la historia completa pincha aquí.
http://www.teammarmota.es ¡Excelente moto y muy
divertida!... pero lo siento, rodando con ella en carretera
abierta siempre se va más cómodo y más rápido con una FJ,
excepto quizá en zonas de curvas muy cerradas.
Junio de 2.017:
Yamaha FJ 1200 1TX de 1.987. Su historia
y todo lo que le voy a hacer formará un apartado nuevo de la web
específico.
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